Il sogno di Scipione

Scipione despierta en el templo del cielo con las diosas Fortuna y Constanza, que lo
incitan a elegir entre una de ellas para acompañarlo en el camino de la vida. Aturdido y abrumado,
sin poder comprender la situación, pide todo tipo de explicaciones. Se le presentan sus
antepasados, que le aconsejan tomar el camino de la virtud, continuando el legado familiar, con la
promesa de ganar un lugar en ese cielo.
Las diosas presentan sus cartas finales. Fortuna, que es la suerte, el azar, le ofrece todo y a la
vez nada; mientras que Constanza le propone conquistar la virtud a base de perseverancia y firmeza.
Teniendo suficientes argumentos elige a Constanza, a sabiendas de que obtendrá una potente y
cambiante enemiga, Fortuna, que al verse rechazada no tarda en comenzar su venganza lanzándole una
tormenta que lo hace despertar.
Scipione descubre que todo ha sido un sueño y que un mensaje de los dioses le ha sido enviado.
La obra finaliza con una Licenza en la que se elogia al arzobispo Colloredo, a quien Mozart
dedica la obra.
Como siempre, el desafío de Lírica Lado B es reciclar. En este caso construiremos este universo a
partir de materiales de jardinería tales como mangueras, macetas, regaderas, palas, tutores,
rastrillos, media sombra, tierra, cañas, hojas, etc. Dando lugar a una especie de jardín, metáfora
que contiene a las fuerzas de Fortuna y Constancia. Aquí se encuentran el orden azaroso de la
naturaleza con el orden racional que viene a dar la jardinería, que obra para dar forma y belleza
inteligible.