Cyrano de Bergerac

Edmond Rostand (1868-1918), poeta y dramaturgo francés, diseña un héroe particular y controvertido, con algunos rasgos románticos a la manera del Don Juan Tenorio de Zorrilla y sus antecesores. Cyrano crece desde su desmesura. Se caracteriza por su sentido de la justicia y el honor que lo proyecta y alienta, por su valentía, por el desprecio por la vida. Él es esencialmente soldado y poeta, enamorado de la noche y pensador lunar. Por sobre todo, ama. Ama con una profunda pasión, en silencio, sin atreverse a superar la convicción de su fealdad, verdadera atadura que le impedirá alcanzar la plenitud del amor y la libertad. Estos espacios sólo se abrirán ante la presencia de la muerte.