Chancha coraje

Se hace de día y el chiquero está en guerra. Solamente queda un chacinero de pie y solamente una chancha de pie resta. Chacinero intenta persuadir a Chancha para repoblar el chiquero, pero a Chancha se le metió el habla y dice que parir ya no quiere. Le deben muchas chanchas que todavía ni cuerpas tienen. En plena batalla el Lobo Sam aparece. ¡Y qué ojos tan grande que tiene! ¡Y qué dientes tan grandes que tiene!

"Hacemos Chancha Coraje porque nos sentimos en la emergencia de hablar sobre lo que creemos injusto, miserable y mezquino. Hacemos Chancha Coraje como manifiesto frente a las vejaciones que sufren nuestros cuerpos e identidades en un sistema que nos cercena y separa y estratifica como carne picada de guerras ajenas. Hacemos Chancha Coraje porque las imágenes que la volvieron posible se cristalizan como fuente de teatralidad y de nuevas formas de discurso que, como ensayos, iremos probando y poblando. Nos sentimos con la curiosidad de trabajar con los recursos de los dibujos animados y el comic en la actuación, el espacio y el lenguaje como disparadores creativos y de ruptura con la solemnidad, a la que le escapamos como quien escapa a la muerte y por eso Chancha son un montón de cosas que nos ocupan e interpelan. Nos sentimos parte de una realidad que nos polariza y aplasta, que responsabiliza a las víctimas y que nos endeuda como método de dominación y también sentimos que lo tibio en esta sopa ya está frio y que por eso y por el encuentro hacemos Chancha Coraje".

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