Églogas de amor

Durante los turbulentos años que marcaron el nacimiento de la España moderna, un joven poeta, músico y dramaturgo converso, Juan del Encina, imaginó representar su época a través de una obra que reuniera su amplio saber. Surgió así su Cancionero (1496), libro que, en un sinfín de historias entrelazadas, progresa de la prosa a la poesía y a la música para fundar un drama sin par en la época. Las Églogas de Amor (Églogas VII y VIII) son el final de ese libro fantástico. En esas últimas piezas, jamás representadas con su música original hasta ahora, cuatro pastores-Mingo (Encina), Gil, Pascuala y Menga-atraviesan un enredo amoroso a sabiendas de la rígida pirámide social que los condiciona. Testigos de sus entreveros son los Duques de Alba, en cuyo palacio los rústicos pastores se entrometen para reflexionar sobre cómo el amor puede transformar la condición social de las personas y, tal vez, la realidad.