El camino de la dirección nos invita a capitalizar las intuiciones, a entender el carácter colectivo de la construcción escénica y su conexión directa con otras áreas del quehacer teatral. Cada artista puede buscar su genuina poética: la estética personal, su mundo y visión que construye sentido y comunica, al mismo tiempo que muta en sintonía con la experiencia. Compartimos el resultado de este año, que es también el resultado de todo el paso de los estudiantes por nuestra querida EMAD. ¡Que disfruten la función!