El puchero de oro

Adaptación del cuento de E.T.A Hoffmann

El archivero Lindhorst es una salamandra proveniente de un mundo fantástico condenado a vivir en la Tierra por enamorarse de una serpiente y abandonar a Elisa, su prometida. Para volver a su mundo con su amada, debe casar a sus tres hijas serpientes con hombres que crean en el poder del arte. Elisa por su parte, fuerza su propio destierro para vengarse de Lindhorst haciendo todo lo posible para evitar que cumpla su cometido.

El joven Anselmo recién llegado a la ciudad, en un confuso episodio conoce a orillas del río a una de las serpientes y se enamora inmediatamente de ella. Antes de retirarse Serpentina le pregunta “¿Crees en el amor?”

Él ha sido convocado por Paulmann, su padrino, para ofrecerle un trabajo en la casa de Lindhorst. Heerbrandt, amigo de Paulmann es quien intercede entre ellos. Alterado por lo ocurrido, ya en casa de su padrino, ante la presencia de Verónica Paulmann y su amiga Angélica, Anselmo intenta contar lo sucedido pero nadie de los presentes le cree excepto Herbraandt, quien ha vivido una situación parecida años antes.

A partir de esa frase “Crees en el amor”, los personajes terrenales comienzan a vivir distintas situaciones referidas al amor y a cómo es interpretado por cada uno de ellos: Paulmann cree ver el fantasma de su mujer muerta aparecer en su biblioteca y reclamándole que resuelva la fórmula del amor que le dejó antes de su partida. Heerbrandt, enamorado de Verónica, cree tener la fuerza para declarar su amor y volver a escribir como en su juventud, Verónica cree estar enamorada de Anselmo sobre todo ante la posibilidad de llegar a ser ministro y cumplir con su sueño de tener la vida ideal que marcan las revistas que lee. Angélica cree haber encontrado en Anselmo el príncipe que, montado en un caballo blanco le devolverá el zapato perdido. Por su lado Lindhorst y Elisa mantendrán una lucha de fuerzas misteriosas cruzando hechizos y contra hechizos usando a los personajes como medio para lograr que Anselmo se case con Serpentina, según la voluntad de Lindnthorst, o se desvíe su atención hacia Verónica, tal cual lo desea Elisa.

Un duelo entre los personajes fantásticos definirá la verdadera creencia de Anselmo sobre el amor